sábado, 27 de abril de 2013

Secuestrada y follada salvajemente


Bueno, me llamo Lola, tengo 19 años. Vivo en la Moraleja (Madrid). Mis padres trabajan como Médico y Química respectivamente. Soy hija única y en mi casa trabaja dos sirvientas María y Esperanza, madre e hija. María tiene 53 años y su hija 22. Las dos son interinas y viven con nosotros desde hace más de seis años. Llevan su debido uniforme. Con Esperanza tengo una relación muy especial, desde hace unos dos años mantenemos juegos sexuales juntas. Nadie sospecha de nosotras. Pero eso lo contaré otro dia, hoy os voy a contar lo que me sucedio el año pasado por estas mismas fechas.

Sali de la universidad como todos los dias, me dirigí a mi casa con una amiga, esta recibió una llamada a medio camino. Me dijo que se tenía que marchar y me dejó sola. Asi que reanudé el camino, cruzando el parque de San Antonio. De repente justo al salir del parque una furgoneta se paró cerca de mi. Un hombre corpulento con gafas de sol y bien vestido salió de la furgoneta. Me cogio por detrás y me puso un trapo en la boca. Quedé dormida por completo. Al despertarme estaba en una habitación grande, con una tele y una mesa grande, además de la cama donde estaba tumbada como única compañía. Estaba aturdida, me toque la cara y no notaba nada extraño, miré mi falda y mi camisa y tampoco había nada raro. Al cabo de unos minutos entró un hombre de color a la habitación. Al principio me asuste un poco, pero este, me hablaba muy cortesmente. Me dijo que habían pedido un rescate por mi y que todo iría bien si mis padres no lo divulgaban mucho. El hombre mediria cerca de los dos metros, era un armario empotrado. Llevaba gafas de sol negras y entonces me acordé del hombre que me cogió al lado de la furgoneta. Pregunté que pasaba y el hombre me dijo que había sido secuestrada. Me asusté y miré aterrorizada al negro que me tranquilizó diciendo que no ocurriría nada. No pasó mucho tiempo cuando entraron dos hombres más.



 Uno lo reconocí enseguida, fue el que me raptó. Era alto, no tanto como el negro. Pero también fuerte y de pelo corto rubio, su rostro parecía del este. El otro era moreno, muy atractivo y muy bien vestido, alto como sus compañeros y con imagen de latino. Los tres me hablaron con cortesía, explicandome que no querian hacerme daño y que todo dependia de mis padres. Pregunté si podía hablar con ellos y me dijeron que aún no. El rubio, se marchó a la orden del latino. Al poco rato entró con una bandeja con pasta y ensalada. Me dejaron a solas y comí. Recuerdo que me quedé dormida después de comer. Al despertar me encontré totalmente desnuda en mi cama. Me tapé avergonzada, los tres hombres estaban mirandome al pie de mi cama. No comprendía nada. El latino me dijo que no me asustase, que me había quitado la ropa una mujer. Pero ellos estaban ahí mirandome y puedo decir que me vieron todo. El latino se sentó al borde de la cama y me apartó el pelo de la cara. Me dijo que mis padres no querían pagar el rescate, así que tenía que hacer algo por ellos. No comprendí, pero al momento la palabra la cogió el negro. Este me dijo que me iban a grabar, para que mis padres supieran que iban en serio. Yo acepté, pero lo que no me imaginaba era el tipo de grabación que me iban a hacer. El rubio salió de la habitación y, a los dos minutos entró con una bellísima mujer rubia, despampanante. La chica tendría 25 años más o menos. Era guapísima, el pelo largo rubio y sus ojos eran rasgados y grandes de color verde. Me pareció la mujer más guapa que había visto jamás. Me alivió ver a una mujer. Esta se acercó a la cama y comprobé el espectacular cuerpo que tenía. Llevaba un traje de cuero de una sola pieza, con pantalones ajustadísimos y por delante una enorme cremallera que tenía desabrochada hasta por debajo de sus pechos. El escote era amplio y sobresalían sus tetas luciendo un canalillo muy sugerente. En fin, que los hombres se fueron y la mujer se acercó a mi. Me preguntó si me encotraba bien sonriendo y con una voz sensual. Me acarició y me dijo que me tenía que preparar para una grabación en video. Me dijo que todo terminaria después de dicha grabación y que me podía marchar. Me convenció, y se levantó a por su cámara. Me dijo que me pusiera en la cama desnuda. Me extrañó su petición pero lo hice. Retire las sábanas que me cubria y me puse sobre la cama.
-ponte a cuatro patas -dijo sonriendo. Lo hice.
-no, date la vuelta, hacia mí...
me dí la vuelta.
 No sentí verguenza. la verdad es que me sentía cómoda a su lado. La chica hermosa continuó dándome ordenes de como colocarme y yo obedecía. Me di cuenta que aquello lejos de incomodarme me estaba gustando. Me sentía como si fuese una modelo en un book fotográfico. Pero todo cambió cuando al cabo de unos minutos entraron los tres hombres. Me fui a tapar rápidamente pero la chica rubia me recriminó y me dijo que no lo hiciera. Dude un rato, pero al final me quité la sábana y me quede expuesta ante todos. Los hombres estaban con batas de baño. El latino con una blanca, el negro con una roja y el rubio con una azul. Me extrañó, pero poco a poco comencé a saber lo que pretendian. Seguí mi sesión de fotos. Delante de ellos, al cabo de cinco minutos el rubio se acercó a la cama. Se sentó en ella y comenzó a tocarme el trasero mientras yo seguía haciendome fotos. Intenté quitarle la mano pero en ese instante el negro me agarró con fuerza al otro lado de la cama. No debes negarte, será mejor para todos, me dijo. Entonces si que me asuste de verdad. Me iban a violar pensé, y lo dije en alto. La chica me dijo que me tranquilizase, que no debía de temer nada, que me iba a gustar y que todo acabaría bien. Nadie te va a violar dijo el latino acercandose también a la cama, y con la voz tranquila. De repente los tres hombres se soltaron la cuerda de la cintura de sus batas y quedaron ante mí totalmente desnudos. No se como describiros esto, pero os diré que jamás había visto nada igual. Los tres tenían las pollas grandes, enormes, gordas, bien depiladas, a medio camino de la erección total. Los tres se metieron poco a poco en la cama a mi lado. Yo no sabía que hacer, miraba a la chica desesperada, pero esta se límitaba a grabar. Las manos de los tres hombres comenzaron a acariciarme por todas las partes de mi cuerpo, lo hacían delicadamente, sin prisas. Intenté quitarme alguna que otra pero era imposible controlar a los tres. El latino me tumbó mientras me miraba a los ojos y con suave voz me decía: vamos no seas mala chica, solo te vamos a entreagar placer...veras como te sientes de bien después. Me recostó lentamente y me besó. He de reconocer aquí que me rendí por completo. Su beso me gusto, fue muy sensual, me besaba con lentitud mientras no dejaba de acariciarme el pelo con delicadeza. Noté como me besaban mis muslos alguién y como me acariciaban mis brazos suavemente otras manos, poco a poco me fui relajando hasta llegar al punto de relajación total. Los tres hombres comenzaron a acariciarme por mi culo, mis tetas, mis pezones, mi vulva...se intercambiaban besandome una y otra vez, los tres me besaban deliciosamente. Me dejé llevar, me entregué por completo y entonces fue cuando ya no veía cámara alguna. Oía la voz de la chica a lo lejos, pero seguía a la misma distancia, se iba moviendo de un lado a otro de la cama, a la vez que decía que todo era genial. Muy bien, eso es, muy bien...lo estás haciendo muy bien guapa.

Me pusieron a cuatro patas sobre la cama y entonces delante mia se puso de rodillas el negro, tenía la polla más grande y gorda que jamás había visto en mi vida. Se la empecé a mamar, guiada por la excitación del momento, estaba empapada; noté como alguien me estaba lamiendo mi coñito, me encantaba como lo hacía y miré un segundo, era el rubio...me estremecí de gusto y lancé un gemido que retumbó en toda la habitación. El latino se puso al lado del negro y me ofreció su polla, era gorda, hermosa, recta y tenía unos enormes huevos. La chupé sin pensarmelo. Empecé a intercambiar de una a otra como si estuviese desesperada por tragarmela las dos. A la vez se la meneaba con fuerza. El rubio continuaba dandome placer hasta que noté que me estaba corriendo, un enorme chorro salió disparado de mi rajita. El rubio se lo tragó todo con gusto y diciendo que era muy rica. Entonces el negro se puso debajo mia. Su polla empezó a entrar en mi coño...joder, que gorda era, por momentos pensé que no entraría nunca, pero no fue asi. A la vez el rubio empezó a lamerme el culito con delicadeza, embadurno mi orificio con abundante saliva y comenzó a penetrarme el culo. El latino me decia que no parase de mamarsela, y así hasta que en una explosión noté como entraban a la vez los dos hombres. Jamás desde entonces he sentído nada que se le pueda comparar. Tenía las dos vergas dentro de mi y yo me aferraba a la gorda polla del latino tragandomela y gritando con ella dentro. El placer era indescriptible, me volvía loca de gusto, me meaba, me vorría una y otra vez pero ellos seguían follandome sin parar. Mi piel se erizaba alocadamente sin pedir permiso a la duda. De repente noté como el latino se tensaba y una gran cantidad de leche caliente cayó sobre mis labios, abrí la boca todo lo que pude y su leche siguió entrando a mi garganta, no parecía poder parar de correrse, cuando el negro salió con gran habilidad de mi interior del coño se puso al lado del latino y meneandosela se corrio en mi boca, me relamia de gusto, me llevaba con la mano lo que me caía por la boca, el tercer hombre hizo lo mismo y a la vez que se corría en mi boca me corrí gritando, era la quinta vez que me corría. La leche de los tres hombres se mezclaron en mi boca, en mi garganta en mis tetas, en mis labios...

la chica dijo que había sido genial, increible, maravilloso, único....los tres hombres me besaron, se levantaron y se fueron de la habitación, dejandome a solas con la chica. Esta me dijo que había sido lo mejor que nunca había grabado y que me iba a sacar una buena pasta por esto. Mis piernas flaqueaban, me sentía extrañamente rara. Por una parte consternada y por otra llena, feliz.

No habían llamado a mis padres, no era un secuestro. Ese video lo iban a vender en paises del norte. Yo me llevaría mi parte y quedaría como anonimo siempre. El latino me llevó hasta mi casa y todo terminó. Me despidió con un delicado beso, me dejó una tarjeta y me dijo que recibiria noticias de ellos en breve. Tendrás tu parte, te lo aseguro.

Y la recibí, claro que la recibí. Una gran cantidad de dinero. A los dos meses la chica se puso en contacto conmigo. Quieren grabar otro video por el exito que ha tenido el anterior. En esta ocasión con cinco hombres. Curiosamente solo pregunté: Los dos nuevos ¿estarán igual de buenos que los de la otra vez?....

8 comentarios :

  1. Me encantó, esta super naaiiss... Saludos

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  2. gua que si eres tragona

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  3. Uffff que pedazo de relato! Me ha encantado. Hasta me masturbe imaginándomelo. Este es mi blog: https://lunavalencianablog.wordpress.com

    Un saludo a todos!

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