jueves, 4 de junio de 2015

Brujeria sexual

Como abogado que soy, en múltiples ocasiones me veo relacionado con personas algo raras, pero hasta ahora nunca me había topado con personas que creyeran o practicasen tanto lo que comúnmente conocemos como brujería, resulta que en mi carácter personal soy propietario de una hacienda que se encuentra bien retirada de la ciudad, pero en mis terrenos se encuentra lo que se puede llamar una de las cinco mecas de la brujería. En realidad es una simple cueva por la que por su entrada pasa un pequeño riachuelo que baja de la montaña, según las creencias populares, es una de las cinco puntas de una estrella, siendo el lado izquierdo inferior, a lo que los que entienden de esas artes identifican con ciertos poderes en particular.
Desde que mis abuelos fueron propietarios de la finca, hasta el día de hoy nunca habíamos tenido contacto alguno con las personas que se dedicaban a poner en practica tales rituales, ya que en el fondo los considerábamos personas algo raras y de costumbres poco sanas, pero en el fondo inofensivas, de muchacho me gustaba ir a espiarlos con mis amigos, y en más de una ocasión vimos como sacrificaban gallinas y cabras, bebían grandes cantidades de alcohol hasta caer completamente borrachos al suelo, y fumaban gran cantidad de tabaco tanto hombres como mujeres, pero en otras ocasiones vi como se realizaban especies de orgias sexuales entre los asistentes a ese culto, la mayor parte de las personas que asistían a la cueva que era como yo le llamaba al sitio no eran ni del pueblo ni de los alrededores, y por lo general de día nunca se encontraba a persona alguna.
Han pasado los años en que yo me dedicaba a espiar a los asistentes a la cueva cuando hará cosa de par de meses que me encontraba de cacería por los terrenos de mi finca, realmente buscaba a un perro que había atacado a varios niños y dado muerte a un sin numero de gallinas sin comerselas, y ya tenía a todo el mundo molesto, por lo que me armé de mi escopeta Bereta calibre 12, y dejando mi vehículo cercano a la cueva le monté cacería ya que las huellas claramente indicaban que luego de atacar se ocultaba por esa zona pero no dentro de la cueva, ya estaba oscureciendo cuando fui sorprendido por la presencia de una mujer bastante vieja la cual luego de saludarme muy afectuosamente me pidió que me retirase, que ya ella se había hecho cargo del endiablado perro, y de la misma forma afectuosa que me saludó se despidió. Debido a lo oscuro que se estaba poniendo la tarde o mejor dicho la noche me dirigí a mi vehiculo, cual no sería mi sorpresa al encontrar frente al mismo un machete enterrado en la tierra y a su lado una bolsa de yute que contenía la cabeza sin cuerpo de un perro de grandes proporciones de raza indefinida como me habían descrito al perro atacante.
Cuando llegué a la casa de la finca uno de los niños que había sido mordido lo identificó como el animal que lo atacó, por aquello de salir de dudas si el perro tenía mal de rabia entregué al día siguiente la cabeza a las autoridades sanitarias, las que a las dos semanas informaron que no existía rastro alguno de que sufriese mal de rabia ese animal.
En los días siguientes me dediqué a supervisar los trabajos de mi hacienda, y un viernes por la tarde me encontré con una joven mujer, en uno de los caminos de mi hacienda, el vehículo en el que andaba se encontraba accidentado y aparentemente se encontraba sola. Resultó ser que debido al mal estado de la carretera la punta delantera de su auto se había roto, lo que en cierta forma me hiso sentir culpable por su percance, y le preste toda la ayuda posible en esos momentos llamando a una grúa para que la remolcase al taller más cercano y ofreciendole alojamiento en mi finca, pero muy cortésmente rechazó mi invitación pidiendome que la dejase cerca de la cueva, cosa que hice además de comprometerme a mandar a reparar la carretera y correr con los gastos de la reparación de su auto. Como parte de los arreglos que había mandado a realizar en finca ya tenía contemplado el arreglo de las carreteras a la siguiente semana comenzaron los trabajos que duraron muy poco tiempo, ya que mis abuelos habían construido todas las vías de la finca como si se tratase de una carretera principal solo que sin asfaltarla, cosa que mandé a realizar en dicha reparación.
A la semana siguiente me volví a topar con la joven en el mismo punto de la carretera donde la conocí, ya era
algo tarde para que una mujer sola se encontrase en esos lares por lo que me detuve, al saludarla sin perder tiempo me pidió que la llevase hasta la cueva que se le estaba haciendo tarde y aun no le entregaban su auto, por lo que accedí a llevarla, en el corto trayecto permaneció en silencio realmente no era una belleza pero tenía algo que me llamaba la atención, en el momento en que la observaba ella mirandome muy seria dijo no se como agradecerle el favor que me hace, en ese momento pensé "si me diera una buena mamada mientras la llevo me sentiría sumamente complacido con ello". No había terminado de pensarlo cuando ella al tiempo que inclinaba su cabeza sobre mi verga con sus finas manos la extraía con gran habilidad de dentro de mi pantalón, yo me quedé algo asombrado y seguro de no haber dicho ni una sola palabra, era como si me hubiese leído la mente en esos momentos, al sentir sus carnosos labios sobre mi glande fui aminorando la velocidad de mi vehículo hasta detenerme, mientras que ella con mi miembro dentro de su boca me hacía pasar un magnifico momento, me lo lamía y chupaba como si en ello le fuera la vida, el placer que yo experimentaba en esos momentos no lo cambiaría por nada en el mundo, su forma y manera de hacermelo era tan especial que cada vez que me encontraba a punto de acabar dentro de su boca me soltaba la verga y me daba un pequeño mordisco con la punta de sus dientes sobre mi inflamado glande, así que luego comenzaba a mamarlo con la misma insistencia que al principio, hasta que al fin me dejó que vaciará mi semen dentro de su boca el cual desapareció totalmente, casi de inmediato se incorporó y me dijo sin escupir que podíamos proseguir, yo me encontraba algo confundido pero al ver sus grandes ojos verdes viendo hacía el camino decidí continuar, al cabo de unos pocos segundos llegamos a las cercanías de la cueva, no se de donde pero apenas nos bajamos del vehículo comenzaron aparecer personas caminando a nuestro alrededor, algunas alumbraban el camino con antorchas y otros más modernos con linternas de baterías, yo no me había decidido si continuar con ella o sencillamente retirarme, fue cuando una de sus manos se posó sobre mi hombro y con suavidad me comenzó a empujar, diciendome "esta noche tu eres invitado mio" algo de curiosidad me fue embargando y me provocó el continuar acompañandola el resto del camino, al llegar a las cercanías de la cueva había un mayor numero de cantidad de personas, a ninguna de ellas las conocía pero todos me saludaban con afectuosidad, hasta que llegamos a la entrada de la cueva donde se encontraba la vieja que tiempo a tras me dijo que ella se había hecho cargo del perro endemoniado, la salude cortésmente y ella me vio de arriba a bajo dandome la bienvenida he invitandome a pasar dentro de la cueva, por un momento dude de continuar pero la joven que me acompañaba me tomó por el brazo nuevamente y con suavidad comenzó a caminar para dentro de la cueva, a medida que nos adentrábamos en la cueva la el numero de personas iba disminuyendo gradualmente, al igual que el ruido que hacían en la entrada, habíamos avanzado bastante cuando llegamos a un recodo donde las únicas personas eramos nosotros tres, o sea la vieja la joven y yo desde luego, esa área de la cueva se encontraba iluminada por un sin numero de velas, al fondo se podía ver una gran piedra plana como especie de una cama o de un altar, lentamente nos fuimos acercando a la piedra pero cuando voltee mi vista para ver el resto del lugar me encontré a solas con la joven, la vieja había desaparecido, ella sin decir palabra se me fue acercando al mismo tiempo que la ropa se iba quitando, cuando llegó a mi lado únicamente le quedaba unas pequeñas pantaletas las cuales a medida que se recostaba sobre la piedra se fue quitando para dejar todo su cuerpo totalmente desnudo.
Quisas lo más lógico hubiera sido salir corriendo, ya que uno ha escuchado tanto sobre sectas religiosas que hacen ofrendas a quien sabe quien, pero algo en la joven me atraía hacía ella como un poderoso imán atrae a un pequeño pedazo hierro, a medida que me iba acercando a ella yo también me fui quitando la ropa que tenía puesta hasta quedar igual que ella, la sola vista de su hermoso coño y de su bello par de tetas hiso que mi miembro se pusiera en condición de combate, a medida que me acercaba a la joven más excitado me encontraba al punto que sin mayores demoras se lo comencé a introducir, para mi grata sorpresa ella era virgen y sentir como se rompí
a su himen antes los avances de mi verga me produjo una gran satisfacción, quisas algo sádica ya que hacía tiempo que no me encontraba con una virgen y que sus quejidos de dolor me produjeran tanto placer como excitación, la joven para ser la primera vez lo hacía magníficamente bien, se movía con fuerza y con energía propia de una mujer de su edad, para mi el vaciar mi semen dentro de su coño fue algo divino, cuando me levanté vi mi verga completamente manchada por su sangre, ella se quedó acostada sobre la gran piedra y en eso de la nada apareció la vieja nuevamente, en su mano cargaba un pequeño lienzo de hilo blanco con el cual me limpió la verga y de inmediato se retiró mientras agitaba sobre su cabeza el pedazo de tela, nuevamente me voltee a ver a la joven y esta se encontraba acostada boca abajo con sus nalgas ligeramente levantadas, el solo espectáculo de volver a ver su coño y ahora su hermoso culo desde otra posición me excito nuevamente, y como la vez anterior me le monté sobre ella y comencé a penetrarla por su coño nuevamente, realmente no se cuanto tiempo permanecimos en ese lugar pero llegó el momento que sentía que era observado por más de una persona, pero en esos momentos no era esa mi principal preocupación, yo le seguí metiendo y sacando mi verga de su ya profanado coño hasta que nuevamente me vine dentro de ella, al terminar escuche a lo lejos una gran algarabía como si se tratase de una celebración, no le di mayor importancia y me quedé dormido sobre el cuerpo de la joven.
Al despertar nuevamente me encontraba completamente solo y desnudo en la cueva y sin ningún tipo de iluminación a tientas con mis manos encontré mi ropa y como pude me la fui poniendo a medida que me dirigía a la entrada de la cueva, para mi sorpresa ya era de día al preguntar a los vecinos del lugar si habían escuchado o visto a las personas que por lo general se daban cita en la cueva nadie me pudo decir nada, hasta el día de hoy no he vuelto a ver ni a la joven ni a la vieja, he regresado en otras ocasiones a la cueva y no he visto a nadie, con la ayuda de una linterna penetré hasta donde estuve con la joven, el único rastro que dejó fue una mancha parda sobre la superficie de la piedra, no he vuelto más por la cueva ya que me da la impresión que eso tan solo fue una ilusión, o cosas de brujería.
Dattos del autor/a:

mariedurane95@gmail.com

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